A ti Pastor,
en este 28 de marzo, aniversario de tu natal.
Llegaste a Lima, en una tarde del 9 de enero de 1970 . Venías de tu Moquegua de alegres recuerdos, a la que querías entrañablemente, ciudad a la que fuiste llevado desde pequeño de tu tierra de origen : Arequipa.
En aquella calurosa tarde, de nuestros cándidos 16 años… sentados en la habitación de la casa- pensión del Jr. Puno 583, en Lima, veíamos ingresar a un buenmozo chico, acompañado de otros dos moqueguanos jóvenes también , venía Pastor, con el hermano mayor , que lo trajo adonde él ya vivía hace años, junto a otros estudiantes…..
(Uno de ellos, Antolín es ahora alto Oficial de la Policía, ironías de la vida, senderos diferentes, cruelmente enfrentados luego…)
Objetivo: continuar sus estudios superiores en Lima, aspiración común de los tres jóvenes y de quien escribe: postular a San Marcos en ese año, terminada la secundaria.
En aquellos nutridos días, compartimos experiencias de empezar a conocer desde adentro a la prometedora Lima, algo de atracción sentimos que se convirtió en un corto período de enamoramiento. Terminó allí mismo. Felizmente aquella fugaz primera relación, nos legó algo más preciado : una gran amistad y, una a cercanía casi familiar : su hermano se casaba con mi hermana, luego de una hermosa relación de años.
Yo recuerdo con pesar al joven guapo, de contagiantes metas, que nos contaba con poca modestia sus grandes recuerdos de Moquegua, nostálgicas evocaciones de la fiesta de promoción del Colegio Simón Bolivar de la tierra de Mercedes Cabello de Carbonera y José Carlos Mariátegui, de las inspiraciones musicales para la reconocida compositora Serafina Quinteros, de sus extrañados compañeros, cuando emocionado contaba cómo amanecieron y se dieron “una tranca” de despedida cantando “Isabel” de Charles Aznavour. Muchas veces escuchamos el tema y nuestra nostalgia va hacia él (Pastor) y los recuerdos emanan inconteniblemente : Isabel, Isabel, Isabel…. Dónde estás muchacho de contagiantes y naturales sueños??, el tema suena pero …hoy, hay sólo tu inexplicable ausencia temprana de ilógica, inaceptable razón.
Ya en San Marcos, luego del famoso Ciclo Básico que estudiamos en Oxford (nuestra Oxford sanmarquina en la cuadra 19 de la Av. Venezuela) pasamos a la Ciudad Universitaria. Vanos fueron los intentos de las autoridades y la ley universitaria, los estudios generales, etc. por aislarnos del vigoroso movimiento estudiantil, tan vinculado a las luchas populares en ascenso.
Mientras nosotros dejábamos Periodismo para irnos a Economía, tú te fuiste a Sociología (las tres promociones 70-71-72 estudiamos un ciclo básico general de 6 semestres y habíamos tenido un igual examen de ingreso, único para todas las especialidades, por eso tuvimos la libertad de elegir cualquier carrera) era casi 1974, la mayoría de fue a Medicina general, otros a las Ingenierías; pocos quedamos queriendo dar realización a nuestras verdaderas vocaciones. Al final las inclinaciones políticas a nosotros nos hicieron también dejar Periodismo para irnos a Economía.
Pastor, tú en Sociología que en ese entonces funcionaba dentro del local de la Facultad de Letras.
De pronto ya nos veíamos inmersos en la problemática social de nuestro país, era la época de la dictadura militar, nos encontrábamos en las marchas, en los mítines, en las ollas comunes con los mineros, obreros y campesinos, en las conferencias, arduas polémicas, en las mesas redondas, en las tomas de locales, en la Convención de estudiantes de San Marcos, en el XV Congreso de la Federación de Estudiantes del Perú realizada en Arequipa, en las luchas de la carretera central, etc..
Nuestras posiciones políticas eran encontradas; a veces te veía pasar en alguna marcha desde Ciencias, Derecho hacia la fecunda Letras, observaba que estabas en el grupo de Vanguardia Revolucionaria, la agrupación de los “pitucos” tratada así peyorativamente por nosotros, los puros luchadores, los únicos que creíamos que íbamos hacer la revolución, los de la línea correcta.
Alguna vez polemizamos con las consideraciones debidas, nos tratabas de infantilistas y liquidadores; nos encontrábamos en el Comedor de Cangallo, conocido como “la muerte lenta”, allí como asiduos comensales y participantes de su línea dirigencial, era el lugar común de todas las posiciones….era el escenario obligado de debates mientras se almorzaba o en la inmensa cola, que a veces se rompía al grito de ¡va a llover, cola, cola...!
Allí sufrimos al saber de la muerte de Mao Tse Tung: con los lemas de ¡ Mao Tse Tung no ha muerto, vive con el pueblo o con el consabido ¡cuándo un revolucionario muere¡ ¡nunca muere!...años aquellos de fervoroso sentir y compromiso sagrado por el cambio de las desigualdades sociales y económicas de la humanidad…en este caso de la justicia social para nuestra sufrida sociedad peruana, la de las mayorías hambreadas y pobres….
Los ideales revolucionarios estudiantiles y propios de nuestra juventud, alumbraban la clara y optimista senda que tendríamos que recorrer para liberar a nuestro pueblo del imperialismo y de la explotación….era la lumbrera de nuestros mejores días, era lo principal en aquellas aceleradas vidas, todos los caminos conducían a un profundo cambio necesario para el bienestar popular, el camino estaba trazado, teníamos que estar preparados para la revolución, nos criticábamos acremente entre todos los grupos, muy factibles de endilgarnos epítetos en consonancia con las grandes desviaciones y sus categorías dentro del pensamiento e ideología socialista revolucionaria.
Éramos terriblemente intolerantes, radicales, sectarios, cuidábamos de malas influencias a nuestras organizaciones, hacíamos mucho trabajo de vinculación activa con los obreros, campesinos, mineros, estudiantes, etc.
En cualquier lugar en que estuviéramos…. ser luchador, era ser joven, estar comprometidos por la lucha para una mejor sociedad, sufríamos por la condición de pobreza de las clases explotadas, teníamos que dar nuestros mayores esfuerzos para la revolución (próxima).
Alguna vez, olvidándonos de las “tremendas” diferencias entre los grupos en que ambos militábamos y que nos habían enfrentado, continuamente, mucho más en las épocas de elecciones estudiantiles, compartimos una limonada en medio de las limitaciones en nuestro cuarto de la vivienda universitaria, había una gran amistad y cariño mutuo que hacía que nos toleremos con afecto (parafraseando a Vallejo: “que él sabe que le odio con afecto”).
Total : Medicina (San Fernando) era el fortín de Vanguardia, así como la Uni, la Católica, etc, en sus Federaciones Universitarias.
Compartíamos alguna sencilla comida, olvidando un momento nuestros planteamientos diferentes respecto a :
- Carácter de la JMG
- Carácter de la sociedad peruana
- Carácter de la revolución
Puntos principales de diferenciación entre los grupos más importantes de las posiciones socialistas (BR,PR,MIR (varios), VR luego PCR, TR, PC, SL, etc.) y sólo hablamos de los grupos llamados maoístas, al margen de las posiciones revisionistas y trotskistas.
Pero..... era innegable tu deseo de servir al pueblo, buscando la forma de llevarlo a una vida mejor. Era honesto tu compromiso, era firme tu decisión de pensar en las mayorías antes que en ti mismo.
Recuerdo.... que estuvimos juntos el día de la instalación de la Asamblea Constituyente en 1978.
Fuimos testigos y por lo tanto víctimas de la agresión de los enormes grupos de apristas en la puerta del Congreso. Nos corrían hasta el jirón Paruro las hordas bufalescas y nosotros nos reagrupábamos (éramos tantos, Hugo Blanco y Genaro Ledesma habían ocupado los primeros lugares en la votación como constituyentes de izquierda) luego, nos volvíamos a juntar y hacíamos correr a los apristas hasta la Plaza de Armas. Este enfrentamiento duró casi 3 horas y la Policía sólo nos miraba o también nos atacaba; finalmente terminamos con un grandioso mitin en el Parque Universitario, allí atropellaron con un vehículo a dos compañeros alevosamente, dejándolos muy heridos, entre ellos a una periodista; estoy escuchando a la Constituyente Magda Benavides (lideresa troskista) gritar desde el centro del concurrido parque, absolutamente lleno de militantes de izquierda….al final nos perdimos…en la multitudinaria congregación de masas ampliamente politizadas.
Posteriormente, un día no sabemos adónde te marchaste, dejamos de verte por varios meses, preguntamos a tus hermanos pero tampoco lo sabían….
Luego reapareciste con la barba crecida, recuerdo, más maduro y pausado, nos hablaste y mirabas pensativo, preocupado….
Nuevamente te marchaste, pues no te volvimos a ver.
Para ello, algunos de nuestros amigos “luminosos” ( así les llamábamos a los simpatizantes del grupo “Por el luminoso sendero de Mariátegui”) nos hablaban con emoción del inicio de la lucha armada en fecha próxima
Pero..... tú no pertenecías a esa agrupación, estabas lejos de sus posiciones; mucho después, supimos que en algún momento en que se escindió Vanguardia en Proletario Comunista, Trinchera roja, etc., una de sus facciones liderada por Julio César Mezzich había pactado con Sendero para la realización de sus planes.
En enero de 1980 nos visitaste, te contamos que nos acabábamos de casar y te prestamos un libro albanés. Te despediste de nosotros con indisimulable tristeza, palabras filosóficas y premonitorias, con calmadas expresiones y madurez, al aconsejarnos para continuar la vida.
No más supimos de ti...... hasta aquél día del año 1981 en que te vimos en los noticieros, siendo presentado junto al dirigente Cox Beuzeville, nuestro compañero de aula de Economía - uno de los poquísimos cuadros visibles de sendero en San Marcos- los presentaba la policía de Sicuani en la televisión, habían sido capturados en el campo, estaban con ponchos marrones y vestidos como los campesinos de la zona.
Era increíble verte y sentir tu mirada altiva cuando te catalogaban de terrorista (el epíteto era nuevo, recién lo había creado el Pentágono para así nombrar mejor a sus opositores en lucha), hasta entonces era permanente el estado de voladura de torres en diversas zonas de nuestro país, eso era la mayor actividad del grupo alzado en armas, era la época de los apagones continuos y misteriosos, no fue fácil saber al principio su autoría, era algo confuso, se decían de muchos probables autores…
Supimos de tu traslado a Lima, ya estabas en el Penal de Lurigancho. Allí fuimos a buscarte., encontrándote sentado en “la pampa” , al vernos de inmediato, alegre te incorporaste a saludarnos , estabas confundido entre los presos comunes, compartiendo su terrible situación en el peor lugar de ese Penal.
Sucedía que los detenidos políticos se habían camuflado con ellos para evitar ser trasladados al “nuevo” penal del Frontón. Tenían así varias semanas, los presos comunes nos trataron con respeto, aún había esa consideración al preso político de parte de los delincuentes comunes, era la estela que habían dejado J.M.Arguedas, Genaro Ledesma, José Oña Meoño, Hugo Blanco, Saturnino Paredes, J.A. Ñique de la Puente, José Rejas, y muchos otros que estuvieron en penales como el Sexto, el Sepa o el Frontón antiguo.
Nos trasmitiste tu esperanza de ser liberado, pues, no tenían pruebas de algo concreto que hubieras hecho. Eras simplemente -nos dijiste- sospechoso, pues tu condición de egresado de Sociología te permitía estar haciendo tus investigaciones en el campo….
De pronto, en unos días nos enteramos…ya estabas en el Pabellón Azul del Frontón.
Fuimos a verte….sentíamos mucho tu situación y sobretodo, como estaba terminando esa admirable y apasionada entrega a tus ideales. No queremos juzgar si estabas bien o mal. El asunto, tan puro y límpido : era tu entrega, tu falta de interés personal, el pensamiento primero por el pueblo por sobre tu propia vida y el gran futuro que te esperaba, al igual que muchos compañeros, que muy bien estarían o hubieran estado ubicados en los mejores puestos, con cargos expectantes aquí o en el exterior, con jugosos sueldos que la capacidad personal y formación profesional de un sanmarquino así lo amerita.
Allí estabas, tranquilo, sentías que estabas siendo reprimido por tus ideales; coincidías en ese lugar con Martín R.y José P. ambos a quines también sentíamos la obligación de asistir por ser nuestros paisanos.
La dificultad de las colas en el muelle chalaco, las horas de sol sobre nosotros, el día entero perdido, la hostilidad y maltrato a los familiares de los detenidos, el viaje en lancha a veces con poca seguridad, los bravos movimientos de las ligeras naves en el peligroso lugar “el Camotal”, cerca ya a la isla del diablo o San Lorenzo, el riguroso control y revisión total de las autoridades policiales, nos limitó nuestras visitas a que sean esporádicas.
Conocimos la ordenada biblioteca en el Pabellón azul que estaba hecha con material noble, muy limpio, parecía un hospital por la disposición de los camarotes en forma similar.
A la insistencia de donar libros, recuerdo que te llevé “Acerca de la Democracia” de un dictador centroamericano como J. Bosh, para amenguar en algo tu radicalismo, exacerbado aún más allí. Mi libro obviamente terminó destruido junto con el Pabellón azul, tres años después.
Conocimos el frontón antiguo, con inscripciones aún visibles, probablemnte de los últimos o tal vez, también de los presos de todos los tiempos. Fuimos hacia arriba a mirar, curiosos como somos y allí estaban las letras y palabrotas, eran seguro los recuerdos dejados en las construcciones casi demolidas, eran de los tiempos de Pichuzo (allí fue fusilado) o tal vez de Villanueva, el monstruo de Armendáriz, o quizás de algún aprista que por ser también terrorista estuvo allí.
Llegábamos y la recepción era con himnos senderistas, muy organizados nos ayudaban con los pesados bultos de comida, etc. que llevábamos, pasábamos algo confundidos y temerosos los familiares, allí dentro al final se realizaba la asamblea con nosotros, no dejábamos de sorprendrnos por ese ritual de orden que ofrecían. Sus sacrificadas y dolientes madres no entendían nada o tal vez algunas sí o después como la admirable señora madre del Poeta Jovaldo, que luego pisó y murió en ese infausto lugar.
Nosotros, porfiábamos en la conversación con ellos, les decíamos que estaban equivocados, los persuadíamos con amistosa recomendación, sobretodo ante la insistencia de decirnos que porqué llevábamos una vida burguesa, que dónde se quedaron nuestros principios de lucha por la nueva sociedad, era inútil manifestar nuestros -según nosotros- más correctos planteamientos dentro de la perspectiva del cambio revolucionario que también nos comprometía a luchar, pero no así…como estaba empezando.
En ese año de 1982 fueron liberados los otros conocidos, nosotros hace tiempo no íbamos, también nos era muy difícil todo este trajinar.
Y un día nos llegó la noticia, el 27 de agosto de 1983 : nuestro querido Pastor había fallecido¡¡¡¡ en circunstancias extrañas, como muchos..... cuando, luego de toda la noche estar, con sus familiares cercanos en el muelle del Callao a la espera de la lancha que trajera su cuerpo al puerto, y sin mayor información, supiéramos al fin que ya estaba en la morgue del Callao. Era terrible verlo inhmóvil, hinchado con su polo rojo con el que lo habían velado sus compañeros en el Pabellón azul. Decían los amigos médicos que, probablemente, había sido envenenado a través de sus alimentos, una semana antes otra persona (Moreno Moreno de Huaraz) había fallecido en similares formas.
Así terminaron los ideales convertidos en caros sueños de “Rosendo”, nombre que había sido de su abuelo y que alguno de sus compañeros de organización inscribió en la lápida de su nicho, sosteniendo que era el nombre que escogió para usarlo como seudónimo.
Aún lo recordamos….es inevitable nuestro inmenso dolor, hasta las lágrimas.
Pasamos en esos tiempos por el histórico Patio de Letras y él faltaba, estaba sólo su aire y huellas, él ya no estaba, pues, él partió junto con sus inconcebibes formas de lucha, pero ....sin haber hecho aún nada que los plasmara en hechos o acciones. Apenas pensaba igual que otros, pero se fue, con gloria nunca visible, se fue con la grandeza de haber entregado lo más preciado : su vida por sus ideales….
Por eso, aún, habiendo pasado el tiempo; aún, a pesar de los años: nunca dejaremos de sentirnos conmovidos por este trágico final del jovencito que vino a estudiar de provincia, lleno de ilusiones y sueños colmados, que así terminó.... finalmente entregado a la muerte, tan temprana a sus 32 años y llevándose a una persona con formación y vida para la que se preparó….
No podemos evitar este dolor, hoy inolvidable hombre de virtudes mil, este nuestro sentido homenaje, en palabras sencillas …y sinceras.
Es el caso de muchos, muchos. Compañeros de aula, de facultad, de universidad, de residencia en la Vivienda universitaria, destacados estudiantes, a veces los mejores, que así terminaron con sus sueños: entregando sus vidas.
Complementando este pequeño recordaris y homenaje el día en que viste la luz de la vida, este tema hermoso, clásico del folklore ecuatoriano en original, siempre acostumbrado a cantarse en despedidas de luchadores sociales. Estoy segura que te gustará ...allá en el mundo en que ahora vives....
VASIJA DE BARRO
http://www.youtube.com/watch?v=8nBrOArVjEI
Pastor : Muy cierta la cita de Mao que tantas veces la repetiste:
" Todos los hombres han de morir, pero la muerte puede tener distintos significados. El antiguo escritor chino Sima Chien decía: Aunque la muerte llega a todos, puede tener más peso que el monte Taishan o menos que una pluma. Morir por los intereses del pueblo tiene más peso que el monte Taishan; servir a los fascistas y morir por los que explotan y oprimen al pueblo tiene menos peso que una pluma"